Como ex jugador de fútbol universitario y entrenador de equipos juveniles, conozco a fondo la inundación de emociones que la Selección Nacional de Fútbol de Estados Unidos ha de experimentar después de la derrota ante Trinidad y Tobago, la cual nos eliminó de la Copa Mundial de la FIFA 2018. Entiendo la angustia y culpa sentida por los jugadores después de decepcionar a millones de seguidores de la selección nacional, jóvenes y adultos. Respeto el profesionalismo que se necesita para que el Entrenador de los Estados Unidos asuma la responsabilidad sin pedir excusas.

Las verdaderas causas de la debacle de la noche anterior, sin embargo, no estaban realmente presentes en el campo de juego o en las líneas laterales en Trinidad. El resultado fue un subproducto de problemas sistemáticos más grandes dentro del deporte en nuestro país. La culpa debe colocarse directamente sobre la dirección de la Federación de Estados Unidos, dirigida por Sunil Gulati. El primer paso para asegurar que el fútbol en Estados Unidos se desempeñe consistentemente a un nivel que nos evite a todos los tipos de emociones negativas generadas por el fracaso de nuestro equipo nacional de calificar para la Copa del Mundo es que el Sr. Gulati dimita. Es su único camino honorable. Los miembros de la Junta de la USSF y el personal directivo nombrado, o nominado, por el Sr. Gulati deben seguirlo.

Mientras estoy desalentado por el resultado del partido, no estoy sorprendido. Recordando el primer Día de Medios de Comunicación del NY Cosmos, después de que asumí el control del club a principios de este año, he expresado constantemente mi descontento con los esfuerzos realizados por la USSF. Como apasionado del fútbol y dueño del equipo, deseo que el resultado contra Trinidad y Tobago me hubiese demostrado que estoy equivocado. Lamentablemente, el rendimiento del equipo a lo largo del camino a la Copa del Mundo en Rusia hizo exactamente lo contrario.

Cuando se trata del fútbol masculino, los Estados Unidos nunca se han acercado a alcanzar la prominencia internacional que debería, dado el tamaño de nuestro país, sus recursos y su inmensa cantidad de talento atlético. Producimos los mejores jugadores de béisbol, baloncesto y fútbol americano en el mundo, pero en el caso del fútbol (soccer) sucede lo contrario. En los casi 12 años durante los cuales Sunil Gulati ha sido el presidente de la USSF, poco o nada se ha hecho para mejorar nuestras perspectivas, a pesar de los vastos recursos y poder que él ejerce como Director Ejecutivo del cuerpo de gobierno de ese deporte.

Francamente, el liderazgo de US Soccer ha fracasado con todos sus grupos de interés: jugadores, aficionados, patrocinadores y aquellos de nosotros que hemos invertido en el fútbol profesional. Retomar el rumbo requiere un cambio fundamental en la estructura y gestión del deporte en nuestro país, comenzando con un cambio en el liderazgo de la Federación. Prometo mi apoyo personal y el del NY Cosmos a la tarea de llevar a cabo las reformas necesarias.